4 de diciembre de 2019

Los teatrillos en la escuela Waldorf

En la Pedagogía Waldorf existen diversos elementos muy específicos que no se presentan en otras pedagogías y que hacen de estas escuelas un espacio único, donde el ritmo, el trabajo de la voluntad y el entramado social permiten y fomentan el desarrollo integral del individuo.

En este sentido, están los teatrillos. Estos son representaciones escénicas donde se combina la música, los versos, la narrativa y el desenvolvimiento individual y grupal. No se trata propiamente de montajes de teatro, ya que las temáticas se corresponden con las narraciones de grado y se busca la experiencia de la escena y del desenvolvimiento individual y no la especialización.

En los teatrillos Waldorf -que se desarrollan a partir del primero de Primaria y hasta la Secundaria- se mantienen en el mínimo necesario la escenografía, la ambientación y el vestuario, buscando más bien sugerir ambientes donde se desarrolle la trama. Se hace uso de lienzos de tela, aplicaciones de papel y otros elementos sencillos que invitan a la imaginación del espectador a que complete la imagen, aunque conforme los alumnos avanzan de grado, esta sencillez va transformándose cada vez más en una escena completa.



Para los estudiantes, la vivencia del teatrillo no radica solamente en su presentación al público. Se trata en realidad de una experiencia completa que inicia con el Maestro titular haciendo, semanas antes y a manera de narración, la presentación del libreto. Todos los alumnos, sean niños o sean niñas, van representando en los ensayos a todos los personajes del teatrillo (personas, animales, vegetales, minerales), de forma que adquieren la vivencia del conjunto completo. Cuando llega el momento de la asignación de personajes a los estudiantes, el Maestro toma en consideración el temperamento del alumno y sus habilidades, pero también los retos que ha librado en los ensayos y su resonancia con uno u otro personaje. No se asigna por capacidad histriónica, sino por la calidad de la vivencia durante las semanas de ensayos.

El teatrillo finalmente se representa una sola ocasión para los papás y mamás del grupo y sus familias. Se extiende la invitación a todos los padres de familia de la escuela y también a alumnos de grados más altos. Los papás y mamás de cada grupo se integran con el Maestro titular para dar una imagen de cobijo adulto a todos los niños y jóvenes llevando a cabo el montaje y desmontaje de escenografías,  la elaboración de vestuarios y el tentempié que se ofrece al finalizar la representación,



La verdad, quien ha presenciado un teatrillo Waldorf sabe que uno queda impactado positivamente al ver el despliegue de capacidades que niños y jóvenes hacen, no solamente en relación al montaje escénico, sino en realidad con respecto a su desenvolvimiento individual y social. Todo lo que los niños y los jóvenes desarrollan alrededor de un teatrillo, se trata de una verdadera formación para su vida.