Jamie York, maestro Waldorf especialista en Matemáticas.
En estas épocas, el miedo suele tener influencia sobre mucho de lo que sucede en nuestras vidas, también en la educación de los hijos. Los padres de familia y los maestros nos hacemos preguntas como, ¿qué pasa si mi hijo o mi alumno se queda atrás del resto del grupo?, ¿estará realmente aprendiendo? La educación se ha convertido en una desbocada carrera por el primer lugar... Y la verdad, estrés y miedo no son los mejores apoyos educativos, lo que en el caso de las matemáticas se convierte en un elemento de roce eterno entre escuela, casa, alumnos y comunidades.
¿Cuál es el punto de vista social occidental dominante sobre las matemáticas? En general, no se las aprecia por sí mismas, sino que se piensa que la "buena matemática" debe ser práctica y útil, que debe enseñarse de forma tal que sea utilizable a otros propósitos. No se piensa en las matemáticas por sí mismas ni en el sentido profundo que para el ser humano pueden representar cuando su enseñanza va desarrollándose conforme la evolución del estudiante y sobre una base vivencial no conceptual.
Tendemos a ofrecer demasiado, demasiado pronto, en aras de lo que las sociedades establecen, pero los maestros Waldorf tenemos la tarea de frenar, de dosificar, de llevar a la vivencia de los alumnos las matemáticas. Se trata de un proceso que nos tomará el Jardín de Infancia, la Primaria y la secundaria y hasta la Preparatoria, el que debe ser cultivado día a día en el salón de clases y que si bien hay que medir -en ciclos de tres años, por ejemplo- es necesario tomar en cuenta el factor olvido para el verdadero aprendizaje.
Ciertamente, la meta más elevada para cualquier sistema educativo debería ser que los egresados puedan pensar de manera independiente, con flexibilidad y creatividad. En la Pedagogía Waldorf tenemos este precepto como eje de nuestro trabajo educativo. En el caso específico de las matemáticas, es esencial que no pongamos a los niños y a los jóvenes en el medio de un campo de tensión, estrés e incomprensión, derivados de nuestros temores sobre si están o no aprendiendo en la escuela: ningún alumno Waldorf queda desprovisto de las herramientas para forjarse su futuro...
(fragmentos de la introducción del libro Making Math Meaningful -una visión contemporánea de las indicaciones de Rudolf Steiner para la enseñanza de las matemáticas en el segundo septenio- y de una entrevista personal en su última visita a Los Caracoles, en 2018)